Descripción
La ictiosis en arlequín (IA) es la variante más grave de las ictiosis congénitas autosómicas recesivas. Se caracteriza por la presencia, al nacer, de escamas grandes, gruesas y con aspecto de placas afectando todo el cuerpo, asociadas a ectropion severo, eclabio y orejas aplanadas. En fases más tardías, se transforma en una intensa eritrodermia.
Epidemiología
La incidencia se estima en menos de 1/300.000 nacimientos.
Descripción clínica
Los bebés afectados nacen encerrados en una membrana de colodión (membrana tensa, brillante y translúcida que aparece como una capa extra de piel) con escamas de color blanco grisáceo en forma de armadura, distribuidas por todo el cuerpo y divididas en placas irregulares y cuadrangulares por fisuras profundas, con restricción severa de movimientos. . Los rasgos faciales están distorsionados debido al ectropión extremo, edema conjuntival, eclabium y nariz ensanchada. Los lactantes también presentan contracturas, sinequias de aurículas y/o dedos de los pies con posible riesgo de autoamputación. El riesgo de muerte es alto durante el período neonatal, ya que los bebés son susceptibles a graves desregulaciones de la temperatura, dificultades de alimentación, infecciones y problemas respiratorios. Cuando sobreviven, la membrana de colodión se desprende después de unas semanas y se transforma en eritrodermia grave con descamación grave y ectropión persistente.
Etiología
La HI se debe a mutaciones recesivas en el gen ABCA12 que codifica el transportador del casete de unión a ATP (ABC), implicado en el transporte de lípidos desde los gránulos laminares hasta la superficie apical de los queratinocitos de la capa granular. Las mutaciones homocigotas en este gen causan la pérdida de la función de la proteína y afectan importantes dominios de unión de nucleótidos y dominios transmembrana, lo que resulta en una función de barrera lipídica deteriorada.
Métodos de diagnóstico
El diagnóstico se basa en el examen clínico. La biopsia no es útil pero revela ortohiperqueratosis compacta masiva. La ultraestructura de la piel muestra fantasmas de cuerpos laminares vesiculares y escasez de gránulos laminares secretados en el estrato córneo. El análisis molecular revela mutaciones homocigotas ABCA12 .
Diagnóstico diferencial
La HI puede confundirse con formas menos graves de ictiosis. Más adelante en la vida, el diagnóstico diferencial incluye otros trastornos del grupo de la ictiosis congénita autosómica recesiva (ARCI), la dermopatía restrictiva, la hialinosis sistémica infantil y el síndrome de Neu-Laxova.
Diagnóstico prenatal
El diagnóstico prenatal es obligatorio y consiste en el análisis de ADN de los materiales de amniocentesis y de muestreo de vellosidades coriales, en lugar de biopsias de piel fetal. La ecografía muestra descamación difusa, contracturas digitales, oído externo rudimentario aplanado, hipoplasia nasal, párpados evertidos, boca de pez típica, boca fetal abierta y macroglosia.
Asesoramiento genetico
La enfermedad se transmite como un rasgo autosómico recesivo. Se debe ofrecer asesoramiento genético a las familias afectadas informándoles del 25% de riesgo de recurrencia en cada embarazo.
Manejo y tratamiento
En el período neonatal el manejo requiere un abordaje multidisciplinario (dermatólogos, neonatólogos, oftalmólogos, cirujanos, dietistas y psicólogos de apoyo familiar). Puede ser necesaria una gastrostomía. Se recomiendan emolientes y retinoides orales (1-2 mg/kg/día). Es importante mantener los procedimientos invasivos al mínimo para evitar infecciones de la piel. El tratamiento de los supervivientes es similar para todas las ARCI graves e incluye el uso de emolientes, queratolíticos y retinoides.
Pronóstico
La HI se asocia con una morbilidad y mortalidad sustanciales (50%) poco después del nacimiento y durante toda la infancia debido a sepsis y/o insuficiencia respiratoria (75% de los casos). Los supervivientes pueden tener una esperanza de vida normal, pero pueden desarrollar enfermedades cutáneas graves con complicaciones oculares relacionadas con un ectropión persistente, retraso en los hitos motores y del desarrollo y dificultades sociales. Los tratamientos médicos actuales lograron una mejora significativa en la calidad y la esperanza de vida; sin embargo, la gravedad de la enfermedad aún podría afectar la duración de la vida. El pronóstico de la enfermedad con tratamientos reales aún está en evaluación.
Revisores expertos: Dra. Michela BRENA | ERN-Piel * - Dra. Sophie GUEZ | ERN-Skin * - Última actualización: diciembre 2022