Descripción
La mucolipidosis tipo III alfa/beta (MLIII alfa/beta) es una enfermedad de depósito lisosomal caracterizada por el retraso progresivo de la tasa de crecimiento desde la primera infancia, rigidez y dolor articular, tosquedad gradual de los rasgos faciales, retraso moderado en el desarrollo y discapacidad intelectual leve en la mayoría de los pacientes.
Epidemiología
La prevalencia se ha estimado en 1/53.000 nacidos vivos en Portugal y en 1/1.250.000 nacidos vivos en los Países Bajos.
Descripción clínica
Los recién nacidos parecen normales al nacimiento. El inicio es gradual y, por lo habitual, se observa en torno a los 3 años con un enlentecimiento de la tasa de crecimiento y contracturas manifiestas en hombros, caderas y rodillas. Los rasgos faciales dismórficos (mejillas llenas, puente nasal deprimido, boca prominente e hipertrofia gingival leve inconsistente) son leves pero se agudizan con la edad. La otitis media es común en la juventud. Los cambios funcionales en los tejidos conectivos duros y blandos resultan en una reducción lentamente progresiva, de la amplitud de movimiento de hombros, caderas y rodillas. El endurecimiento gradual de las válvulas cardiacas, de inicio en la infancia, conduce finalmente a la insuficiencia cardiaca. La marcha se enlentece en la infancia, siendo cada vez más dolorosa debido a la grave afectación de la cadera. El dolor de huesos, incluso durante el reposo, es resultado de la osteoporosis y de las lesiones ósteolíticas de los huesos. Las deformidades moderadas de los dedos en flexión tipo garra y el síndrome del túnel carpiano son complicaciones comunes. La bronquitis/bronconeumonía es frecuente en la infancia y la enfermedad pulmonar gradual restrictiva representa un peligro para la vida en los pacientes de más edad. Se ha descrito discapacidad intelectual leve en la mayoría de los pacientes. A menudo, el fallecimiento es debido a un fallo cardiopulmonar refractario al tratamiento.
Etiología
La MLIII alfa/beta se debe a mutaciones en el gen GNPTAB (12q23.3), que codifica para la proteína precursora inactiva alfa/beta que genera las subunidades alfa y beta catalíticamente activas de la N-acetilglucosamina-1-fosfotransferasa (GNPT). La subunidad gamma está codificada por el gen GNPTG (16p13.3), y mutaciones en este gen producen la forma leve de la MLIII gamma (consulte este término). En la MLIII alfa/beta, al menos una de las dos mutaciones es hipomórfica, resultando en una aparición más tardía y en un fenotipo menos grave que el de la MLII.
Métodos diagnósticos
El diagnóstico se basa en las observaciones clínicas y radiológicas en el momento de aparición y se confirma inicialmente mediante análisis de varias enzimas lisosomales en plasma que demuestran una actividad incrementada (más de 10 veces) de la mayoría de hidrolasas lisosomales. En fibroblastos en cultivo, la actividad de estas mismas enzimas lisosomales está significativamente reducida pero no totalmente ausente. La búsqueda de mutaciones en el gen GNPTAB constituye la confirmación más convencional y útil del diagnóstico.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial incluye la MLIII gamma; la mucopolisacaridosis tipo 1, 2, 4B, 6, y 7; la enfermedad de depósito de ácido siálico libre, forma infantil; la deficiencia múltiple de sulfatasas; la displasia epifisaria múltiple; la artropatía pseudoreumatoide progresiva infantil; la condrodisplasia punctata; y la artritis reumatoide (consulte estos términos).
Diagnóstico prenatal
El diagnóstico prenatal es posible en familias con un afectado con un genotipo mutante conocido causante de la enfermedad.
Consejo genético
La MLIII alfa/beta se hereda de manera autosómica recesiva, por lo que se ofrecerá asesoramiento genético según corresponda.
Manejo y tratamiento
No existe cura para la MLIII alfa/beta y el tratamiento es puramente de apoyo. La miringotomía y la colocación de sondas pueden estar recomendadas para aquellos afectados con otitis media recurrente. La terapia física de bajo impacto y los procedimientos de liberación de tendones (para el túnel carpiano) pueden proporcionar cierto alivio. Los analgésicos y el bifosfonato IV pueden tratar el dolor de huesos. Los niños más pequeños deberán ser examinados dos veces al año. Después de los 6 años, puede ser suficiente con las visitas anuales, pero el estado de las válvulas cardiacas debe ser monitorizado. La estimulación cognitiva es de vital importancia en niños con leve discapacidad intelectual. La valoración de las intervenciones quirúrgicas requiere de una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios.
Pronóstico
Por lo habitual, el pronóstico es desfavorable, con una morbilidad debida a las complicaciones tardías que afecta negativamente a la calidad de vida y limita la esperanza de vida. Ocasionalmente los pacientes pueden sobrevivir hasta mediados de la edad adulta.
Revisores expertos: Dr Jules LEROY - Última actualización: Noviembre 2014