Descripción
La ataxia neuromuscular, autosómica y recesiva de Charlevoix-Saguenay (ARSACS) es una afección neurodegenerativa caracterizada por una ataxia temprana del cerebelo con trastornos neuromusculares, síndrome piramidal y neuropatía periférica.
Epidemiología
Inicialmente fue descrita en la región Charlevoix-Saguenay del Quebec, donde la incidencia de la ARSACS al nacer se estimó entre 1/1,932. Su incidencia y prevalencia mundial continúan siendo desconocidas, aunque es muy poco frecuente en países con casos descritos como son Turquía, Japón, Países Bajos, Italia, Bélgica, Francia y España.
Descripción clínica
En pacientes que no son del Quebec, la edad en que la ARSACS se manifiesta varía (entre la infancia tardía a la juventud, hasta el inicio de la edad adulta), no obstante, en los individuos del Quebec empieza entre los 12 y los 18 meses de edad junto a alteraciones y dificultades en el modo de andar. Otros síntomas iniciales de esta ataxia del cerebelo incluyen disartria y nistagmo. Los trastornos neuromusculares van progresando hasta que, al final, predominan en el cuadro clínico. El síndrome piramidal se caracteriza por los reflejos rápidos en los tendones del hueso de la rodilla y por los signos de Babinski. El inicio de la neuropatía periférica, generalmente, ocurre más tarde, conduciendo a la ausencia de reflejos en el tendón de Aquiles, distrofia muscular distal y graves alteraciones sensoriales (sentido vibratorio dañado). Una característica constante en los pacientes de ARSACS del Quebec es la hipermielinización de la retina (sin pérdida de visión), pero ausente en pacientes procedentes de otros países. En algunas familias japonesas afectadas se ha detectado la ausencia de trastornos neuromusculares en las piernas, y para algunos de los pacientes de fuera del Quebec, el déficit intelectual puede ser una característica más. Otras manifestaciones de esta enfermedad pueden incluir el prolapso de la válvula mitral, pes cavus, y la disfunción de la vejiga.
Etiología
La ARSACS se origina por una mutación autosómica recesiva en el gen SACS (13q11) que codifica por una proteína de cadena larga de función desconocida y que lleva como nombre sacsina.
Métodos diagnósticos
El diagnóstico clínico depende, tanto del resultado de los estudios de neuroimagen, como de los datos neurofisiológicos, entre otros. Entre los primeros, la resonancia magnética y la tomografía computada muestran atrofia en la parte superior del vermis del cerebelo y el extremo cervical de la médula espinal, mientras que los estudios neurofisiológicos revelan signos de neuropatía de los axones y por desmielinización. Hay además otros estudios que indican una pérdida de conducción nerviosa-sensorial, así como una reducción en la velocidad de conducción de la señal de los nervios motores. También puede ser útil incluir un examen de reconocimiento de la retina en el diagnóstico. Éste puede confirmarse con la detección de las mutaciones SACS.
Diagnóstico diferencial
Los diagnóstico diferenciales incluyen otros tipos de ataxias autosómicas-recesivas como son la ataxia de Friedreich, la ataxia por deficiencia de vitamina E (AVED, en sus siglas en inglés) y formas hereditarias de paraplejía por trastornos neuromusculares (consultar estos términos), en especial la paraplejía 20 (SPG20, en sus siglas en inglés, o síndrome de Troyer).
Diagnóstico prenatal
El diagnóstico prenatal es posible cuando se ha identificado la mutación que causa la enfermedad y se debe ofrecer asesoramiento genético a las familias afectadas.
Manejo y tratamiento
El tratamiento sintomático se dirige a aliviar los trastornos neuromusculares, debiendo incluir fisioterapia, farmacoterapia y el uso de sistemas ortopédicos para pie y tobillo.
Pronóstico
La mayoría de pacientes permanecen en silla de ruedas hacia la quinta década de sus vidas. La muerte suele sucederles durante la sexta década, aunque existen casos de sobrevivencia en la séptima.
Revisores expertos: Pr Bertrand FONTAINE - Última actualización: Junio 2008