Descripción
Los paraganglioma-feocromocitomas hereditarios (PGL/PCCs) son tumores neuroendocrinos raros caracterizados por paragangliomas y feocromocitomas. Los casos de PGL/PCCs hereditarios representan el 30% de todos los PGL/PCCs, con una prevalencia de 1/500.000 para el PCC y de 1/1.000.000 para el PGL. El PGL puede ser hipersecretante (catecolaminas) o no secretante y los PCCs suelen secretar catecolaminas. Los PGLs secretores (simpático) se encuentran predominantemente en las áreas torácicas, abdominales y pélvicas. La hipersecreción se manifiesta con: elevaciones sostenidas o paroxísticas de la presión arterial, dolor de cabeza, sudoración profusa episódica, palpitaciones, palidez y aprensión o ansiedad. El PGL de vejiga urinaria puede ser revelado por una hematuria sin dolor y aumento de la presión arterial después de la micción. Los PGLs no secretores (parasimpático) están mayoritariamente situados en cabeza y cuello, bajo la forma de una gran masa, y pueden ser asintomáticos o estar asociados con pérdida auditiva unilateral, tinnitus pulsátil, tos, ronquera, sensación de cuerpo extraño en la faringe, dificultad para tragar, dolor y/o problemas en el movimiento de la lengua. No hay marcadores de malignidad (tasa alrededor del 15%) validados; el único criterio es la presencia de metástasis. Los tumores del estroma gástrico y el cáncer renal rara vez están asociados. Hasta el 10% de los PCC/PGLs determinados genéticamente se deben a una mutación de línea germinal en SDHx. Los PCC/PGLs hereditarios están causados por mutaciones en los genes SDHD, SDHC, SDHB, SDHA y SDHAF2 (o SDH5), (11q23, 1q21, 1p36.1-p35, 5p15 y 11q31.1 respectivamente). La transmisión es autosómica dominante, pero asociada a la impronta genómica materna para SDHD y SDHAF2, y expresada cuando la mutación se hereda del padre. La penetrancia depende del gen, la edad y la localización del tumor. Los tumores en pacientes con mutaciones SDHB son más propensos a convertirse en malignos que en los pacientes con otras mutaciones SDHx. El diagnóstico se basa en el examen clínico y el historial familiar. La aparición de la enfermedad en edades tempranas, la presencia de tumores bilaterales, extrasuprarrenales o múltiples, o la malignidad sugieren que se trata de un trastorno hereditario. Los estudios de imagen (RM, TC) se utilizan para detectar tumores y pueden incluir imagen funcional (gammagrafía, PET). Las pruebas bioquímicas incluyen la detección de las metanefrinas plasmáticas libres y/o la detección en orina de 24 horas de metanefrinas fraccionadas. Las pruebas de genética molecular confirman el diagnóstico. El diagnóstico diferencial incluye el PCC/PGL no hereditario (aunque el PCC/PGL hereditario tiende a presentarse a edades más tempranas, ser multifocal, bilateral y recurrente o a tener múltiples tumores sincrónicos), el PCC/PGL asociado a otros trastornos hereditarios y el PCC familiar debido a la mutación TMEM127. No se recomiendan las pruebas prenatales. Las pruebas presintomáticas se proponen en los niños en situación de riesgo a partir de los 6 años de edad. El tratamiento para los tumores secretores implica el control de la presión arterial con alfa-bloqueadores, seguido de cirugía realizada por equipos especializados. Si los tumores no han hecho metástasis, la resección quirúrgica puede ser curativa. El seguimiento es necesario debido al riesgo de recurrencia y a la malignidad, en particular, para los portadores de la mutación SDHB. Para el PGL de cabeza y cuello, puede proponerse la radioterapia externa. Cuando se ha producido metástasis deben proponerse otras opciones de tratamiento, incluyendo la quimioterapia y la radioterapia dirigida. La enfermedad puede ser mortal, pero algunos pacientes han vivido con PCC/PGL maligno durante 20 años o más.