Descripción
Definición de enfermedad
Ciliopatía óculo-renal autosómica recesiva rara caracterizada por la asociación de nefronoptisis (NPHP), una enfermedad renal crónica, con distrofia retiniana.
Resumen
Epidemiología
La prevalencia mundial se estima en alrededor de 1 / 1.000.000.
Descripción clínica
La enfermedad se presenta típicamente en las dos primeras décadas de vida como una combinación de nefronoptisis (NPH) con degeneración retiniana. Dependiendo de los antecedentes genéticos, el trastorno visual o la enfermedad renal crónica determinan el cuadro clínico. La NPH se presenta típicamente con síntomas como poliuria, polidipsia, enuresis secundaria y anemia. La enfermedad renal crónica generalmente progresa lentamente hasta convertirse en enfermedad renal en etapa terminal (ERT). Las características oculares incluyen pérdida visual severa congénita o de inicio temprano debido a distrofia retiniana (amaurosis congénita de Leber) o un fenotipo más leve determinado por una restricción de los campos visuales en forma de tubo que progresa lentamente y ceguera nocturna (degeneración tapeto-retiniana). La funduscopia revela varios grados de alteraciones retinianas atróficas y pigmentarias. En raras ocasiones
Etiología
El síndrome de Senior-Loken (SLS) es una ciliopatía genéticamente heterogénea. Se han descrito mutaciones en 10 genes diferentes ( NPHP1 , INVS , NPHP3 , NPHP4 , IQCB1 , CEP290 , SDCCAG8 , WDR19 , CEP164 y TRAF3IP1 ). Estos genes codifican proteínas de los cilios primarios que desempeñan funciones clave en el desarrollo y la función de varios tipos de células, incluidos los fotorreceptores retinianos y las células epiteliales tubulares renales. También se ha sugerido que las interacciones epistáticas, la herencia oligogénica o los alelos modificadores influyen en la expresividad de los diferentes fenotipos extrarrenales.
Métodos de diagnóstico
Se recomiendan evaluaciones renales completas (función renal, análisis de orina y ecografía abdominal) y oftalmológicas (funduscopia, prueba de agudeza visual, defectos de refracción, prueba de visión del color, motilidad ocular y electrorretinograma). También se recomienda encarecidamente la evaluación hepática para descartar fibrosis hepática (función hepática y ecografías abdominales) y el examen neurológico en pacientes lactantes. El diagnóstico genético de SLS requiere el cribado mutacional de los genes implicados; la deleción del gen NPHP1 es la anomalía más común.
Diagnóstico diferencial
SLS presenta superposición genética y clínica con otras ciliopatías, en particular con NPH aislada y enfermedades relacionadas con el síndrome de Joubert (JSRD) como el síndrome de Joubert con defecto oculorrenal, el síndrome de Bardet-Biedl (BBS) y el síndrome de Alström. El examen físico debe considerar la presencia de los principales signos clínicos de JSRD (hipotonía, ataxia y anomalías respiratorias en lactantes) y BBS (polidactilia y obesidad). El sello fenotípico de JSRD es la presencia de un ´signo de diente molar´ (una malformación del mesencéfalo-rombencéfalo) en la resonancia magnética. Otros signos extrarrenales a considerar son nistagmo, retraso psicomotor y de aprendizaje, diabetes mellitus, sordera, hipogonadismo y / o escoliosis.
Diagnóstico prenatal
El diagnóstico prenatal solo es factible cuando la mutación genética se ha identificado previamente en otro miembro de la familia.
Asesoramiento genetico
La transmisión del SLS es autosómica recesiva y se debe ofrecer asesoramiento genético a las familias afectadas. Cuando ambos padres son portadores no afectados, el riesgo de transmisión de la enfermedad a la descendencia es del 25%. Los descendientes de un individuo afectado son portadores obligados.
Manejo y tratamiento
Se recomienda un seguimiento regular por parte de un nefrólogo pediátrico con el control del crecimiento, la presión arterial, la función renal (incluida la concentración urinaria y la excreción de sodio). Para retrasar la progresión de la insuficiencia renal y minimizar las posibles complicaciones, es necesario el manejo temprano de la NPH. Hasta el momento, no existe una terapia específica que corrija los defectos genéticos o funcionales en la NPH. Por lo tanto, en la etapa temprana de la enfermedad renal, el objetivo principal es la corrección de los desequilibrios de agua y electrolitos reemplazando la pérdida continua de agua y sal. Una vez que se alcanza la enfermedad renal en etapa terminal, la diálisis y el trasplante renal son las terapias de elección. La enfermedad no reaparece después del trasplante de riñón. Actualmente no hay ningún tratamiento disponible para prevenir la progresión de la pérdida visual.
Pronóstico
El pronóstico depende principalmente de la progresión de la enfermedad en los dos órganos afectados (riñón y ojo).
Revisores expertos: Dr Valentina CAPONE | ERKNet * - Dr. Jens KÖNIG | ERKNet * - Pr Giovanni MONTINI | ERKNet * - Última actualización: abril de 2020
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