Descripción
La enfermedad de Erdheim-Chester (ECD), una forma de histiocitosis no Langerhans, es una enfermedad multisistémica caracterizada por diversas manifestaciones como afectación esquelética con dolor óseo, exoftalmos, diabetes insípida, insuficiencia renal y del sistema nervioso central (SNC) y/o cardiovascular. intervención.
Epidemiología
Se desconoce la prevalencia. Desde 1930 se han notificado más de 500 casos (<15 pediátricos).
Descripción clínica
El ECD generalmente se presenta en adultos de 40 a 60 años con una proporción de 3:1 entre hombres y mujeres. El curso clínico varía desde formas asintomáticas hasta formas multisistémicas que ponen en peligro la vida. La característica patognomónica de la ECD es la osteoesclerosis de los huesos largos que se manifiesta como dolor óseo, afectando principalmente a las extremidades inferiores distales (50% de los casos). La infiltración de la hipófisis produce diabetes insípida y, en raras ocasiones, hiperprolactinemia e insuficiencia de gonadotropinas. Los síntomas constitucionales incluyen fiebre, debilidad y pérdida de peso. Las infiltraciones en otros órganos pueden provocar hipertensión intracraneal, exoftalmos, papiledema, insuficiencia suprarrenal, xantelasmas y lesiones cutáneas papulonodulares. La afectación del SNC puede causar síndromes cerebelosos y piramidales, dolores de cabeza, convulsiones, deterioro cognitivo, parálisis de pares craneales y alteraciones sensoriales. Una afectación cardiovascular frecuente es la "aorta recubierta". Las arterias renales también pueden verse afectadas, lo que provoca hipertensión renovascular. La afectación pericárdica puede complicarse con un taponamiento. También se observa infiltración pseudotumoral de la aurícula derecha. Se ha informado disnea debido a infiltración pulmonar. La fibrosis pseudoretroperitoneal a veces se complica con hidronefrosis bilateral.
Etiología
Se desconoce la etiología, pero se cree que es un trastorno reactivo o neoplásico. Los niveles elevados de interferón-alfa (IFN-alfa), interleucina (IL)-7, IL-12, proteína quimioatrayente de monocitos-1 y niveles reducidos de IL-4 encontrados en pacientes con ECD respaldan una perturbación sistémica inmune orientada a Th-1. Los hallazgos recientes de mutaciones en el protooncogén BRAF en > 50% de los casos de ECD claramente añaden mayor complejidad a la fisiopatología de la ECD.
Métodos de diagnóstico
El hallazgo histológico característico es la infiltración xantogranulomatosa o xantomatosa de los tejidos con histiocitos espumosos. La tinción inmunohistoquímica de una muestra de biopsia es CD68 positiva y CD1a negativa. Las radiografías óseas generalmente muestran osteoesclerosis cortical bilateral y simétrica de los huesos largos, mientras que la gammagrafía ósea con tecnecio 99m muestra casi constantemente evidencia de marcaje simétrico y anormalmente fuerte de los extremos distales de los huesos largos de las extremidades inferiores (y a veces de las extremidades superiores). . La tomografía computarizada abdominal puede mostrar una apariencia de "riñón peludo" (en el 50%) del que se puede realizar una biopsia.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial incluye histiocitosis de células de Langerhans, enfermedad de Rosai-Dorfman, arteritis de Takayasu, granulomatosis de Wegener, hipofisitis primaria, osteomielitis multifocal crónica recurrente (consulte estos términos), neoplasias malignas, neurosarcoidosis, infecciones por micobacterias y trastornos metabólicos.
Manejo y tratamiento
El tratamiento de primera línea es la administración de IFN-alfa estándar o pegilado para todas las formas de ECD; se requieren dosis más altas (9 millones de unidades, 3 veces por semana) a largo plazo para aquellos con localizaciones cardíacas y del SNC (si se toleran bien). . Se pueden administrar bifosfonatos para aliviar el dolor de huesos. Se puede administrar cladribina a personas con afectación orbitaria que han sido resistentes a otras formas de tratamiento. Anakinra puede mejorar los síntomas de formas leves de ECD en pacientes en los que el IFN-alfa fue ineficaz. Recientemente, se han utilizado con cierto éxito infliximab y vemurafenib; este último fármaco parece muy prometedor para pacientes con una mutación BRAFV600. Se recomiendan las exploraciones PET para evaluar la actividad de la enfermedad.
Pronóstico
La ECD tiene un pronóstico variable, pero en general es peor en aquellos con afectación del SNC. Antes del IFN-alfa, la supervivencia media tras el diagnóstico era de 19,2 meses. Hoy en día, con los tratamientos con IFN-alfa, la tasa de mortalidad es sólo del 26% y la supervivencia a 5 años es del 68%.
Última actualización: junio de 2013 - Revisor(es) experto(s): Pr. Julien HAROCHE
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