Descripción
La amaurosis congénita de Leber (ACL) es una distrofia retiniana caracterizada por ceguera y una respuesta a la estimulación electrofisiológica (electrorretinograma de Ganzfeld (ERG)) por debajo del umbral, asociado con discapacidad visual grave en el primer año de vida.
Epidemiología
La prevalencia de la ACL es de 1/50.000 - 1/33.000 nacidos vivos y explica el 5% de todas las distrofias retinianas y el 20% de los casos de ceguera en niños en edad escolar.
Descripción clínica
La ACL se caracteriza por una agudeza visual gravemente reducida (≤ 20/400) o ceguera durante el primer año de vida. Dependiendo de la causa genética, pueden presentarse respuesta pupilar lenta, movimientos oculares errantes, fotofobia, hipermetropía elevada, nistagmo, estrabismo convergente o queratocono. El signo oculo-digital de Franceschetti, que incluye el apretar, presionar y frotar los ojos es patognomónico. La ACL puede estar asociada a mutaciones en genes ligados a síndromes que se presentan con retraso del neurodesarrollo, discapacidad intelectual, comportamiento oculomotor tipo apraxia (dificultad del movimiento ocular) y disfunción renal.
Etiología
Hasta la fecha, se han descrito mutaciones que causan ACL en los genes que codifican para proteínas retinianas específicas, incluyendo: GUCY2D (17p13.1), CEP290 (12q21.33), RPGRIP1 (14q11.2), RDH12 (14q24.1), SPATA7 (14q31.3), AIPL1 (17p13.1), RD3 (1q32.3), CRB1 (1q31-q32.1), CRX (19q13.3), IMPDH1 (7q31.3-q32), IQCB1 (3q21.1), KCNJ13 (2q37), LCA5 (6q14), NMNAT1 (1p36.22), y TULP1 (6p21.3). Estas mutaciones causan discapacidad funcional grave o están relacionadas con distrofias retinianas, fundamentalmente. Las mutaciones en los genes CRX o IMPDH1 pueden resultar en un inicio temprano y grave de la enfermedad. Los afectados con mutaciones en GUCY2D se presentan con una degeneración morfológica progresiva muy lenta y un defecto mayormente funcional.
Métodos diagnósticos
El diagnóstico se basa en las manifestaciones clínicas, que incluyen una respuesta pupilar que puede ser lenta o prácticamente ausente en los primeros años, y en hallazgos de la fundoscopia, revelando una atenuación de los vasos retinianos junto con signos variables de degeneración retiniana (desde casi imperceptibles a un aspecto general de granulado). El diagnóstico se confirma mediante ERG bajo sedación con un resultado cercano o por debajo del umbral de estimulación. El diagnóstico molecular es imprescindible y puede realizarse utilizando un chip de reacciones de extensión de cebador (APEX) (analizando un conjunto de mutaciones conocidas en los genes conocidos asociados a ACL; el diagnóstico se logra en un 50-70% de los casos) y mediante secuenciación de nueva generación (NGS) (que incluye la secuencia completa de los genes conocidos descritos; éste es el método de elección, posibilitando el diagnóstico de más del 90% de los afectados). La confirmación de las mutaciones identificadas y el análisis de segregación en los padres mediante secuenciación de Sanger es el paso final.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial incluye la retinosis pigmentaria, el síndrome de Alström, el síndrome de Joubert, la enfermedad de Stargardt, el síndrome de Senior-Loken, el síndrome conorrenal y la lipofuscinosis ceroide neuronal infantil. La ceguera cortical es un diagnóstico erróneo frecuente cuando existe un acceso limitado a los análisis funcionales o a los exámenes morfológicos de alta resolución.
Diagnóstico prenatal
Los laboratorios especializados pueden ofrecer el diagnóstico prenatal a las parejas de riesgo con mutaciones identificadas causantes de la enfermedad.
Consejo genético
Típicamente la ACL es una enfermedad de herencia autosómica recesiva. En raras ocasiones, las mutaciones en los genes CRX o IMPDH1 siguen un modo de herencia autosómico dominante que puede solapar con el diagnóstico de la ACL.
Manejo y tratamiento
En la actualidad, la ACL es una enfermedad incurable. El tratamiento es principalmente de soporte e incluye la corrección del error refractario y el uso de ayudas de baja visión. Se desaconseja presionar y frotar los ojos de forma repetida. Debería realizarse una evaluación oftalmológica periódica y valoración de la presencia de ambliopía, glaucoma o cataratas. El uso de terapias tales como la terapia génica (particularmente para RPGRIP y CEP290) y optogenética (diana genética de moléculas sensibles a la luz en células residuales de una retina degenerada) están siendo investigadas.
Pronóstico
Por lo general, la visión se deteriora con la edad hasta observarse ceguera completa, más frecuentemente antes de la tercera o cuarta décadas de vida.
Revisores expertos: Pr Birgit LORENZ - Dr Markus PREISING - Última actualización: Julio 2015